Un nuevo atraso. No sería novedad, pero ahora tenía que inventar una excusa, una BUENA. Me agrada mentir. Tal vez no debería admitirlo, pero es así.
Comencé a pensar en qué decir, medité sobre las excusas típicas, incluso pensé en decir la verdad... bueno esa idea fue fugaz. Tomé una bufanda, me la amarré al cuello y corrí. Al arribar, actué congestionadamente, con la mirada baja, los hombros caídos y la espalda semiencorvada en señal de debilidad. Unas tocecillas aisladas fueron, según yo, el detalle perfecto para mi falsa enfermedad; lo malo es que el profesor pensó de una manera semejante y me obligó a marcharme "¡A la cama!" dijo, y mientras me levantaba del asiento donde me había depositado, comenzó a admirar mi comportamiento, mis ganas de ir a clases sin importar mi estado de salud, creo que incluso utilizó la palabra "modelo". Y mis piernas se enredaron convenientemente en los tirantes de mi mochila. Salí lo más pronto que pude, sin mirar a nadie a los ojos, sin olvidar mi actuación tampoco.
Tal vez deba estudiar actuación, así la gente estaría por lo menos advertida de mi comportamiento.
Me sentí muy mal y no sólo porque nunca me ha gustado el teatro, sino porque realmente no tenía nada más que hacer; me gusta mucho esa clase y ahora tendría que irme efectivamente a la cama, no podría arriesgarme a que alguien me descubriera. ¡Qué día más corto en acción!
Comencé a pensar en qué decir, medité sobre las excusas típicas, incluso pensé en decir la verdad... bueno esa idea fue fugaz. Tomé una bufanda, me la amarré al cuello y corrí. Al arribar, actué congestionadamente, con la mirada baja, los hombros caídos y la espalda semiencorvada en señal de debilidad. Unas tocecillas aisladas fueron, según yo, el detalle perfecto para mi falsa enfermedad; lo malo es que el profesor pensó de una manera semejante y me obligó a marcharme "¡A la cama!" dijo, y mientras me levantaba del asiento donde me había depositado, comenzó a admirar mi comportamiento, mis ganas de ir a clases sin importar mi estado de salud, creo que incluso utilizó la palabra "modelo". Y mis piernas se enredaron convenientemente en los tirantes de mi mochila. Salí lo más pronto que pude, sin mirar a nadie a los ojos, sin olvidar mi actuación tampoco.
Tal vez deba estudiar actuación, así la gente estaría por lo menos advertida de mi comportamiento.
Me sentí muy mal y no sólo porque nunca me ha gustado el teatro, sino porque realmente no tenía nada más que hacer; me gusta mucho esa clase y ahora tendría que irme efectivamente a la cama, no podría arriesgarme a que alguien me descubriera. ¡Qué día más corto en acción!