miércoles, 11 de noviembre de 2009

Torpeza motriz

Desde niño tuve la costumbre de caer... caer por las escaleras, caer de espalda sobre la tierra, caer hacia adelante en una bicicleta, etc. Recuerdo muy bien una oportunidad en que corría mirando hacia atrás y choqué contra un auto estacionado, también recuerdo haber caído de una escalera contra las baldosas, llegué a sentir como mis pulmones golpeaban mis costillas. Después de tantas caídas dudo que mis órganos estén en el lugar que deberían estar.

Habían pasado dos días sin caerme ni botar nada, pero un enredo de mis brazos sumado a la indecisión de mis manos botaron mi taza de té sin que alcanzara a beber siquiera una gota. Nadie se dio cuenta. Este fue el primer indicio para que luego, en el metro, perdiera el equilibrio y cayera sobre un hombre gordo que me dijo: "Para la otra pégame". Pedí disculpas, pero en estos tiempos nadie tiene mucha paciencia ni comprensión con quienes sufrimos de torpeza.

domingo, 25 de octubre de 2009

Pouporri de confusiones.

No me habría esperado nunca que acontecimiento similar hubiese sucedido en alguno de mis viajes rutinarios, pero tal vez decidió suceder en aquel momento, porque nunca me lo habría esperado.
No sé si la gente nos observaba mientras conversábamos, aunque no sé tampoco si ponerlo de esa forma, pues fue él quien habló todo el tiempo. Me mostraba sus pequeños dientes, era amigable, sus ojos estaban muy juntos y sorprendentemente pronunciaba muy bien el idioma que utilizaba para comunicarse conmigo (lamento no recordar cuál era, pero tampoco me acuerdo de lo que me decía, no todos los días se producen conversaciones con los accesorios de los cables de los celulares y el solo hecho me impresionó en demasía).
Luego, más tarde ese mismo día, cuando el bus ya llegaba a la ciudad hacia donde me dirigía (por asunto de negocios), observé con espanto una gigantesca gigantografía de tres personajes que postulaban a algo (supongo).
Te dije que pensé enseguida lo de los mensajes subliminales, porque el primer rostro correspondia a una mujer con una grande y espesa melena colorina, la cual me remitió inmediatamente a un león; el retrato del hombre (ubicado en el centro) tenía unos ojos redondos y negros que me recordaron enseguida a un sapo; y la última mujer, con un rostro muy delgado y alargado, correspondía sin discusión a una lagartija. Tuve que descartar de inmediato lo de los mensajes subliminales, pues el hombre del centro era el más importante y lógicamente no podría dar la imagen de un sapo, ¡qué beneficio le reportaría aquello...!
Aunque si lo medito un poco más, podría significar que el pueblo, a través de las votaciones, podría llegar a convertirlo en príncipe...


Votaré por él, siempre me han gustado las monarquías.

sábado, 26 de septiembre de 2009

Técnicas de evasión

Se subió a la micro pero no me vio, alcancé a mirar rápidamente por la ventana. ¿Estoy seguro? No, vuelvo la vista, está durmiendo. Que alivio.¿Debería haberle hecho señas? Es que nunca me ha gustado levantar la voz en público. ¿Y cuando tenga que bajarme? Me bajaré distraídamente y le haré algún gesto con la mano. No debería ser así, en nuestra última conversación me dijo: "Esto te lo cuento a ti, porque sé que eres bueno", ahora tengo esa responsabilidad no deseada que proviene de recibir cumplidos.

El estar en una caja metálica con ruedas ya es angustiante, y ahora esto, cuando menos lo necesitaba. Me haré el dormido, esperaré a que se baje, y después bajaré yo, no importa que tenga que devolverme.

Lo único bueno de estas situaciones, es que de tanto complicarme me da calor, y eso, para alguien friolento como yo, es algo no menor.

jueves, 7 de mayo de 2009

Recuerde siempre cocinar sus mariscos.

A pesar de las constantes advertencias,
el chef Adolfo decidió arriesgarse y preparar ese plato famosísimo por su sabor y aroma.
"Vale la pena, vale la pena intentarlo" repitió en su mente durante las casi 2 horas que dedicó al menú, encerrado en aquella calurosa cocina.

De seguro si funcionaba se haría famoso, aunque de seguro si no lo hacía sucedería igualmente, claro que de forma adversa.

Ya terminados los preparativos se encomendó al cielo y comenzó a sudar.

¿Cuánto es que tarda en funcionar una intoxicación alimenticia?

Lo cierto es que todos los invitados se contagiaron la marea roja y, tal vez si nos calmamos y anotamos los puntos a favor y en contra, éste sería uno a favor, pues nadie pudo contenerse de probar el fabuloso plato.

A pesar de ello recuerde: Siempre cocine sus mariscos.

jueves, 9 de abril de 2009

Sólo faltó que me ofreciera un plato de arroz y que me dijera "ahora, ve a bañarte"

Había logrado apoderarme de un asiento que daba a la ventana y acomodarme para leer un libro con poemas muy breves y mucho espacio vacío en sus páginas.

- "Esa es una aberración ecológica" dijo ella.
- "Así es como se escribe el silencio" dijo él.

De pronto una familia se subió a la micro, pasaron a la parte de atrás y dejaron una niña de 7 años sentada a mi lado. Me preguntó de qué era mi libro. Hablaba con acento argentino, me dijo que le gustaba ir a la playa, sobre todo en la noche, a veces iba sola. Decía que tenía 10 hermanos, algunos por parte de su papá, y otros por parte de su mamá, fue capaz de decirme el nombre de todos ellos, y contarme una que otra historia.

Decía que se acostaba tarde y que dormía 2 o 3 horas solamente. Le gustaba andar en bicicleta, nadar, pintar, tocar música, cantar, caminar. Varias veces insistió diciéndome que yo no tenía acento de chileno, se reía de mi forma de asentir con la cabeza, y se reía de que repitiera tanto la palabra "ya".

Me dijo que le parecía muy raro que yo no tuviera novia, todos sus hermanos y hermanas tenían, incluso los más chicos. Pensé en decir en algo, pero me interrumpió diciendo que a veces las niñas y los niños son complicados. No le gustaba pelear y siempre que podía trataba de ayudar a los demás. Le costaba entender por qué algunas personas hacen daño a otras. Parecía tan contenta, y yo que me sentía tan lejos de esas sensaciones. Después que se fue no pude volver al libro, y me fui pensando todo el camino en ti.

viernes, 16 de enero de 2009

Invasión pasiflora.


La casa no era la misma. Tal vez su estructura era similar: tenía un patio pequeño en el costado izquierdo y al fondo uno varios metros más amplio. Éste último estaba invadido por una enredadera de un color verde azulado, o tal vez ese color lo daba la noche.
Hacía calor, por lo que las ventanas estaban abiertas. Las piezas eran amplias, completamente desamobladas y con un bello suelo de madera.
M. se encontraba en la entrada junto con otras personas.
Lo que aconteció, podría llamarse "la trama", es difícil de explicar: seguro tendría sentido en el momento en que sucedía, pero al recordar, sólo aparecen imágenes extrañas que podrían llevar a interpretaciones equivocadas. De todas formas involucraba peligro y salvaciones. Los breves intercambios de palabras fueron suficientes para recobrar el tiempo perdido y para enmendar errores cometidos en el pasado, los cuales fueron borrados inmediatamente por las buenas acciones.


Las reconciliaciones en sueños deberían contar como reales, ¿con quién tendría que discutir al respecto?

lunes, 5 de enero de 2009

Si uno es sabio de verdad ¿uno lo sabría cierto? ¿quién es uno?

¿Que yo soy el más sabio de la familia? Ni siquiera sé cuándo la llave del gas está abierta o cerrada, tampoco puedo mantener el orden en mi habitación, ni en mi cabello, ni en mi vida. ¿Yo el más sabio?

Es absurdo, lo que ocurre es que tengo la voz baja y hablo lento. Si tuviera una barba espesa quizás qué cosas diría la gente. Lo otro es que tengo la habilidad para escuchar monólogos monótonos extensos. La paciencia es fácil, ser y estar [más estar que ser], eso es muy simple el problema es cuando hay que actuar.
  • A veces temo que la paciencia se me convierta en vicio.
  • A veces corro en una forma que aprendí de un libro de Cortázar.
  • A veces me convierto en escarabajo y salgo a la calle a comer hormigas.
  • Sospecho que el mapa del Transantiago [sacado de un patrón de la revista Burda] contiene un mapa oculto sobre cómo encontrar la maravillosa ciudad de Tar, que otros llamaron Sarmung.
  • También creo que es verdad que en Japón están haciendo crecer un zapallo que se convertirá en un cosmos.
  • Sé que en este momento Jodorowsky está haciendo una réplica de la Venus de Boticelli con un moco.
  • A veces juego a ser un ser un humano por un rato, hasta que me doy cuenta que es mejor comer frutillas con crema.
Hoy probaré si lo de mi sabiduría es cierto. Se lo confesaré directamente, todos estos sueños me perturban demasiado, es hora de hablar dijo Isaías.