domingo, 21 de septiembre de 2008

Una confesión a medio terminar se convierte en secreto

Héme aquí, sumergido en la más compleja de las complejidades. Cuesta trabajo parecer un hombre educado y entero, mantener una imagen cautivante y sobria sin caer en el exceso que anula ese ligero humor del cual las gentes parecen disfrutar.

Coro griego: Cansa jugar los juegos que jugamos.

¿A qué se debe tanta premura en contraer matrimonio? [1] . ¿Tres meses bastan para conocerse? No ¿Será optimismo? [2] Quizás.

Coro griego: Nada es garantía de nada, pero aunque a veces es demasiado arriesgado arriesgarse [No terminaré la frase]

Las conversaciones tienden a empujarnos a delatar nuestras obsesiones. Estuve a las puertas de hacerte una confesión - parado al borde -, cuando mi mirada se detuvo en una frase de aquel codex, frase que no estaba dirigida a ti sino a mí: "estamos hablando de cosas de las que no deberíamos hablar". Me sonrojé. Como en otras ocasiones, me refugié entre el silencio y mi eritrofobia.

[1]: La expresión "contraer" pareciera tener la connotación de "contraer una enfermedad", en el sentido de un padecimiento. El Tractatus Philosophicus de Fridias en su capítulo "De Preventionis", señala que el matrimonio es la cárcel del espíritu, convirtiendo a ambos cónyuges en prisioneros víctimas del agobio. Por otra parte, el reconocido médico egipcio Anj-Iri expone su teoría según la cual el matrimonio estaría asociado a un problema de la "visión" y además advierte de las numerosas enfermedades que éste puede producir en el organismo.

[2]: Es preciso recordar que entre los males contenidos en el ánfora de Pandora, se encontraba la Esperanza, considerada como una desgracia por todo hombre sabio, y estrechamente ligada al "optimismo".

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