Cuando le conocí, pensé que era similar a mí, pero "aplicado".
Por más que intente recordar esas primeras imágenes, permanecen borrosas en mi memoria, pues descarté enseguida un mayor acercamiento debido a esta característica mencionada, la de la "aplicación".
Dicha palabra se utiliza también en las manualidades femeninas, como sinónimo de "detalle decorativo".
Curioso.
Ahora que el destino nos permitió una mayor cercanía, le considero como tal en mi vida: un sutil "detalle decorativo", una nueva y excéntrica adquisición.
Lástima que no sea recíproco.
Y debe ser por eso que no me devuelve tan seguido los llamados.
Yo, lamentablemente, carezco de Estilo.
También es Usted, Don Hipólipo, una de mis excéntricas adquisiciones. Del mismo modo no soy yo una de las suyas.
ResponderEliminarLa diferencia recae en que Usted siempre devuelve mis llamados.
Saludos cordiales,
HC.
Mi más estimado Heráclito,
ResponderEliminarNo puedo sino manifestarle la mayor gratitud de la cual soy capaz, sin caer por supuesto, en aquella afectación romántica que tanto nos repele a ambos.
Pasar a formar parte de su colección de adquisiciones excéntricas, no deja de ser un honor que difícilmente puedo asumir como es debido.
Sin embargo, discrepo con usted en un punto, y usted sabe que no me gusta aquello de discrepar, ya que mi condición de salud me lo prohibe.
No sólo le considero una de mis adquisiciones excéntricas, sino que ha pasado a ser parte de mi mitología personal, de lo cual le hablaré en otra ocasión. Sólo déjeme decirle que las mitologías y los bestiarios personales son cosas muy íntimas.
Finalmente, dos cosas más. Usted no carece de Estilo, lo que ocurre es que los editores y curadores aún no hallan como catalogar el suyo, lo cual es un mérito en esta época.
Y en segundo lugar. Cuando usted se refiere a aquel individuo en cuestión otorgándole el adjetivo de "aplicado", inmediatamente descarté cualquier referencia hacia mi persona, ya que dicho atributo no me es aplicable, si me perdona la repetición del término.
El frío penetra el corazón de los huesos.
Todavía tengo la idea de construir una chimenea como la de aquella película rusa.
Con la sinceridad que usted se merece,
H.S.
Mi más estimadísimo amigo,
ResponderEliminarme halagan sus palabras, es usted demasiado amable.
Sin embargo, no dejo de discrepar con aquello del "Estilo".
Me halaga pertenecer al grupo de sus mitologías personales, siempre he asociado aquella palabra "mitología" a los animales, no sé por qué, cosas de viejos, me imagino un centauro y eso no deja de enaltecerme, de hacerme sentir joven de nuevo.
Sólo Dios sabe cómo he desperdiciado mi vida, en particular estos últimos meses, a causa de mi no delicada salud y afinidad en aumento a los días de reposo no prescritos por mi médico consultor.
De todas formas he de romper con aquellas ausencias de malas prácticas y he de hacerle una visita no pronto.
Suyo, sinceramente,
HC