jueves, 4 de septiembre de 2008

A veces simplemente no hay pasamanos.

Cuando pasé por la vereda de las baldosas flotantes, me fijé en los ciruelos rojos que se reían del último en florecer. Y entonces alguien me dijo que cuando fuese su turno tendría la posibilidad de sobresalir especialmente, que se destacaría ante los demás, porque para entonces ya habrían perdido sus flores y, en consecuencia, su máximo esplendor. El último sería diferente, pues podría brillar únicamente, solo.
Yo medité un segundo y no supe si responderle que lo que decía era un buen conjunto de palabras soñadoras, pues bien podría suceder que no se destacara en absoluto, que para su tiempo de floración, estuviesen todos ya cansados de la primavera.

1 comentario:

  1. Ni lo uno ni lo otro. Más bien todo lo anterior, o debería decir lo contrario?. Me es difícil decidir.

    ¿Es necesario elegir una opción?

    Será preciso consultar con un juez.

    Ticio Juez: Las baldosas flotantes son peligrosas. Hacen que la gente sueñe más de lo recomendable.

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